Impacto del 8M en el sigo XXI
Anneth Velázquez

Un análisis del movimiento feminista entre 2019 y 2020, realizado por Lucia Álvarez Enríquez, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, destaca que actualmente hay un cambio significativo en la forma de protestar y en cómo el feminismo se manifiesta. Al revisar las causas y acciones para expresar inconformidades, se establece que desde el principio el objetivo ha sido denunciar y detener la violencia contra las mujeres; con el tiempo, hemos sido testigos de situaciones inaceptables, con un aumento preocupante de feminicidios, especialmente en el Estado de México y Ciudad Juárez. El aumento de feminicidios ha sido, sin duda, la razón principal que llevó a este movimiento social al siguiente nivel. Según el INEGI [2], el 70.1% de las mujeres en México han experimentado al menos un acto violento, ya sea físico, económico, emocional, sexual o discriminatorio, en diferentes ámbitos como el laboral, educativo, comunitario, familiar o de pareja. Las causas del aumento de la violencia de género y los feminicidios incluyen que, a pesar de los procesos legales existentes, los agresores a menudo no reciben castigos adecuados y se escudan en un "no pasa nada". Esta impunidad genera indignación y movilización en el movimiento.

Desde los noventa, el movimiento feminista ha logrado avances importantes para la comunidad femenina en México, como la identificación y clasificación de diversos crímenes. Estos logros han sido reconocidos legalmente y aprobados por entidades federales y de la capital. A lo largo de las últimas cinco décadas, los objetivos del movimiento feminista han ido evolucionando según las necesidades y vulnerabilidades observadas en la sociedad. En las décadas anteriores, se trataba de temas como la práctica de la sexualidad, la decisión consciente de la maternidad y el apoyo a víctimas de violación, derechos laborales, clasificación de crímenes sexuales y reporte de casos de violencia de género. En los noventa, se centraron en la promoción y protección de los derechos sexuales y reproductivos, así como en la eliminación de la penalización del aborto, entre otros. Desde el año 2000, estos objetivos se han mantenido, además de abogar por la igualdad de género en el gobierno, y enfocarse en la violencia de género.

El movimiento feminista se destaca por las estrategias que emplea para visibilizarse, incluyendo el uso de las redes sociales, entre otras. Esto refleja la nueva generación y su sentido de pertenencia. La intolerancia, desesperación y hartazgo hacia la violencia contra las mujeres han alcanzado un punto crítico, lo que lleva a acciones más enérgicas para llamar la atención y generar cambios. Esta indignación ha generado respuestas por parte de las autoridades en las universidades y en el ámbito gubernamental, reconociendo las violencias contra las mujeres como una prioridad nacional.

El caso del 9M, "un día sin nosotras", manifestó la relevancia de la función de las mujeres en la sociedad a través de su ausencia, complementando la manifestación del 8M. Se estima que el impacto económico podría haber sido de 6 mil millones de pesos solo en la capital del país. Por estos motivos, el evento tuvo una gran resonancia internacional y fue catalogado como un suceso histórico.

La investigadora concluye que es un movimiento que ha conseguido impactar a la opinión pública, logrando llamar la atención de las autoridades y generar ciertos cambios institucionales y normativos.

Referencias

[1] L. Á. Enríquez, “El movimiento feminista en México en el siglo XXI: juventud, radicalidad y violencia1”, Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, vol. LXV, núm. 240, pp. 147–175, 2020, Consultado: el 26 de febrero de 2024. [En línea]. Disponible en: https://www.redalyc.org/journal/421/42170570006/html/

s [2] INEGI Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares. México, 2021.