La calidad: pasado, presente y futuro
Dr. Gerardo Hernández Chávez Universidad Politécnica de Tlaxcala
Dra. Yazmin Hernández Chávez Universidad Politécnica de Tlaxcala
Dr. Jorge Alberto Sánchez Martínez Universidad Politécnica de Tlaxcala
Resumen
La calidad ha acompañado al desarrollo humano y empresarial como una forma de asegurar que los productos y servicios cumplan las expectativas de las personas. Este artículo explica, de manera sencilla, cómo la calidad ha evolucionado a lo largo del tiempo hasta convertirse en una disciplina clave en la industria moderna. A través de cinco etapas —desde la inspección inicial hasta la actual integración de tecnología avanzada y enfoque humano— se muestran los conceptos y herramientas que han transformado la forma de producir, mejorar y ofrecer bienes y servicios.
Introducción
La calidad es un elemento fundamental en el comportamiento humano, más o menos desarrollado según
las necesidades y circunstancias de cada época. Varios autores han señalado que este concepto ha
evolucionado como una herramienta que ha permitido al ser humano mejorar sus condiciones de vida, ya
que contribuye a organizar el trabajo para la producción de bienes y servicios. En este sentido, la
calidad ha estado presente desde civilizaciones antiguas, que emplearon métodos para medirla y
controlarla, hasta la actualidad, donde se considera una disciplina moderna con conceptos,
herramientas y metodologías propias.
Hoy en día, la calidad ha adquirido un carácter estratégico en los negocios, pues los
consumidores
valoran cada vez más la calidad de los productos y servicios que adquieren. Esto obliga a las
empresas a mejorar continuamente sus procesos para incrementar su competitividad. De esta forma, la
calidad se relaciona directamente con la rentabilidad, la productividad y la participación en el
mercado, y ha evolucionado hasta convertirse en una filosofía de gestión en constante cambio debido
al entorno dinámico del comercio.
Surge entonces la pregunta: ¿cómo ha evolucionado la calidad a través del tiempo? A lo largo
de la
historia han surgido diferentes etapas que, aunque se desarrollan una tras otra, integran y
perfeccionan métodos y prácticas previas. El objetivo de este artículo es presentar de manera
sucinta estas etapas de evolución y ofrecer una mirada hacia su futuro cercano.
El inicio de la calidad
En sus orígenes, el ser humano se dedicaba a recolectar alimentos, por lo que no transformaba su
entorno y obtenía solo lo que la naturaleza le proporcionaba. Su juicio sobre la calidad era un
simple criterio para seleccionar los productos que cumplían con los requisitos necesarios para su
uso. Cuando el ser humano pasó de ser nómada a sedentario, comenzó a manipular materiales para
producir bienes, y con el crecimiento de las comunidades, surgió una división de actividades entre
artesanos y consumidores. Ambos establecían las especificaciones que debía cumplir un producto, lo
que generaba una relación directa entre productor y cliente.
Sin embargo, el aumento de la demanda superó la capacidad de los artesanos, lo que dio
origen a los
talleres y a la necesidad de administrar la producción, favoreciendo la especialización de tareas
[1].


Calidad 1.0: inspección y control de calidad
Con la Segunda Revolución Industrial, las formas de producción cambiaron notablemente gracias a
nuevas tecnologías y medios de transporte. La calidad avanzó en conceptos y herramientas para
controlar la variabilidad en los procesos productivos. En esta etapa destaca el taylorismo, un
sistema que promovía la división del trabajo, la planificación de tareas, el establecimiento de
estándares y el estudio de tiempos y movimientos. Su enfoque se centraba en la productividad; por
ello, la experiencia del artesano dejó de ser el principal medio para garantizar la calidad y la
inspección se consolidó como la herramienta principal [1].
A pesar de ello, la producción en masa seguía presentando variabilidad. En 1920, Walter A.
Shewhart desarrolló los gráficos de control, una herramienta estadística que permitía monitorear la
variabilidad en los procesos. Paralelamente, la inspección del 100% seguía siendo común, pero era
costosa y lenta. Para resolverlo, Harold F. Dodge y Harry G. Romig propusieron en la década de 1930
los planes de muestreo de aceptación, que permitían evaluar lotes sin revisar todos los productos.
Esto fortaleció la calidad en los mercados occidentales, que buscaban estándares cada vez más
confiables [2].
No obstante, la inspección continúa siendo útil y sigue presente en oficios artesanales. Un
ejemplo es el pepenado que realizan artesanos de Ixtenco, Tlaxcala, para elaborar prendas de manta
hechas a mano, donde el tacto, la vista y la experiencia siguen siendo clave para obtener productos
de alta calidad. La aplicación de las herramientas de esta etapa depende principalmente del volumen
de producción y de las exigencias de los clientes.
Calidad 2.0: aseguramiento de la calidad
El aseguramiento de la calidad se consolidó en Japón, una nación devastada por la Segunda Guerra Mundial que adoptó este enfoque para mejorar sus productos. Sin recursos naturales suficientes y con una reputación de baja calidad, las empresas japonesas aplicaron herramientas de control de calidad con resultados sobresalientes. William Edwards Deming, estadístico estadounidense, impulsó la capacitación como pilar de la calidad, extendiendo conocimientos desde la gerencia hasta los niveles operativos.
Calidad 3.0: gestión de la calidad total
En esta etapa, la calidad se transforma en una filosofía de gestión orientada a la excelencia
mediante la mejora continua y la participación de todo el personal. La Gestión de la Calidad Total
(conocida como TQM, por sus siglas en inglés) implica un cambio cultural centrado en las personas y
en la satisfacción del cliente, entendida también desde dimensiones afectivas, emocionales y
sensoriales [3].
En este periodo surgieron metodologías como manufactura esbelta y Seis Sigma (un enfoque
estadístico para reducir fallas y variabilidad), además de modelos internacionales de excelencia
como el Premio Malcolm Baldrige (Estados Unidos), el EFQM (Europa) y el Premio Deming (Japón). Estos
modelos evalúan liderazgo, cultura de calidad, recursos humanos, procesos y relación con proveedores
[3].
La implementación de este enfoque enfrenta barreras culturales. En México, por ejemplo, la
estructura jerárquica y la distancia al poder dificultan la participación del personal y la
cooperación. La falta de seguridad laboral, las compensaciones injustas y la escasa participación
también afectan los programas de calidad. Un caso exitoso de adaptación es la empresa Yakult en
México, que ha demostrado que cambios culturales adecuados pueden fortalecer el trabajo en equipo y
la comunicación [7].
Calidad 4.0: la digitalización de la calidad
Los cambios en las preferencias de los consumidores han impulsado a las empresas a adoptar sistemas más inteligentes y personalizados. De esta manera, comenzaron a integrar tecnologías de la industria 4.0, como big data, inteligencia artificial (IA), computación en la nube, sistemas ciberfísicos, fabricación aditiva (impresión 3D) y realidad aumentada, para aplicarlas al aseguramiento y gestión de la calidad.

Calidad 5.0: sustentabilidad y humanización de la calidad
La calidad 5.0 propone una colaboración más estrecha entre humanos y tecnología, poniendo énfasis en
la sostenibilidad, la ética y la experiencia del usuario. Ya no se enfoca únicamente en el desempeño
económico, sino también en los impactos ambientales y sociales. Considera a la sociedad y a las
futuras generaciones como partes interesadas clave [4,5,8].
Su propósito es armonizar la eficiencia operativa con valores humanos, promoviendo productos
y
servicios personalizados que respondan a necesidades individuales sin descuidar el bienestar social.
Para lograrlo, la transición de la calidad 4.0 a la 5.0 requerirá estrategias centradas en
las
personas y en el valor social, apoyadas por tecnologías emergentes.
Surge entonces la pregunta: ¿son indispensables las nuevas tecnologías y el factor humano para el
buen desempeño de la calidad 5.0?
Conclusión
La calidad ha acompañado al ser humano desde sus orígenes y ha evolucionado mediante conceptos, herramientas y metodologías que han permitido satisfacer necesidades y expectativas crecientes. Su desarrollo continuará apoyado en tecnologías de la industria 4.0 para ofrecer productos y servicios excepcionales. En el futuro, la calidad 5.0 buscará integrar tecnología y factor humano con un enfoque en sustentabilidad y bienestar social.Referencias