I. Evolución Económica en Ciudad Juárez a Partir de la Fundación de la
UACJ: Antecedentes, Influencia, y
Perspectivas
Dr. David Vázquez Guzmán / Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
“Mi pueblo perece por falta de conocimiento;”
(Profeta Oseas, c. siglo VIII A.C.)
A. Resumen
Haciendo un recuento de antecedentes históricos en la formación de la UACJ, y del cambio sustantivo que tuvo la ciudad que la alberga al pasar de una comunidad semiurbana, a un escenario industrial netamente urbano, se establece que el dinamismo único de la región requiere de una consideración multidimensional de desarrollo económico. En materia económica y regional, la UACJ ha tenido contribuciones sustantivas en materia de análisis del empleo e industria, derechos de la mujer, contaminación, violencia social, desarrollo institucional, temáticas regionales de eficiencia, y consideración de grupos vulnerables en los últimos 50 años. Con cerca de 40 mil miembros de la comunidad universitaria, la UACJ se encuentra ante el reto de influir de manera más decisiva en la construcción de los programas de política pública y social de su entorno.
B. Antecedentes
Ciudad Juárez se encontraba en un periodo complicado de su historia hace 50 años. La terminación
abrupta
del
Programa Bracero en 1964 dejo varados a miles de personas en la franja fronteriza, y este hecho fue
un
reto
complicado para la región [1, p. 28], ya que el dinamismo migratorio no se detuvo, y la
ciudad creció.
En
ese mismo tiempo, como respuesta a la aglomeración de personas provenientes del sur del país, se
pusieron en
marcha algunos planes de empleo que lograron integrar la mano de obra a la industria naciente, pero
había
una demanda de capital humano que era necesario satisfacer, y es en este tiempo, durante un periodo
de
incertidumbre e intranquilidad, que se funda la UACJ el primero de Septiembre de 1973 por el
Presidente
de
la República [2, pp. 91-93]. La universidad ha respondido a un sinnúmero de restricciones no
solo
económicas, sino también históricas, demográficas, y sociales.
Ciudad Juárez ha pasado por etapas “turbulentas” desde tiempos inmemoriales. Comenta Schmidt
que
en
este espacio fronterizo “desafortunadamente trascienden los peores aspectos de la interacción y son
opacados
los momentos más positivos” [3, p. 173]. Se sabe que las raíces de los locales tienen su
origen, entre
otros, en las tribus apaches, pueblo oprimido y aguerrido, que el llamado Paso del Norte, así fue
conocido
hasta 1888, tuvo un desarrollo económico por el comercio, tanto legal como ilegal, con regiones
aledañas
de
Estados Unidos en siglos pasados [4]. El crecimiento de la ciudad tuvo cambios profundos en
la
localidad,
transformando el suelo agrícola en uno industrial [5], con un crecimiento urbano en ocasiones
errático,
y
falto de enfoque de largo plazo. Este es el legado que la universidad tenía para responder a la
construcción
de una mejor sociedad.
C. Las Dimensiones Económicas Prioritarias en Ciudad Juárez
“Todo es diferente en la frontera”, dice la canción del fallecido Juan Gabriel, siendo un tema
dedicado a
Ciudad Juárez, reflejando el dinamismo excepcional de esta región, que es muy importante no solo
para el
estado, sino para todo el país. La aglomeración de ciudades entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, es
única a
nivel internacional. Uno aprende en el extranjero que no hay región en el mundo donde converjan
tanto un
país eminentemente desarrollado y otro en vías de desarrollo, con millones de habitantes con
colindancia
absoluta. Los desbalances entre naciones se viven en Ciudad Juárez de manera brutal e inmediata, y
un
análisis unidimensional en materia productiva resulta no solo obtuso, sino incompleto. Los estudios
del
dinamismo que se vive en esta ciudad pueden ser semillero investigativo incluso a otras partes del
planeta.
Necesitamos consideraciones de bienestar con un enfoque individual para evaluar lo que
ocurre en
Ciudad Juárez en materia económica. Para Ciudad Juárez, para comprender el crisol humano que
representa,
necesitamos de todas las herramientas para entender la complejidad del lugar. En la ciencia
económica
tradicional, los factores que se monitorean son el crecimiento el económico (PIB), el desempleo, y
la
inflación [6]. En materia de desarrollo económico, adicionalmente se destacan dimensiones
institucionales,
sociales, e incluso políticas, que proveen los mecanismos para una rápida mejora en el bienestar
individual
[7]. La complejidad social local de esta ciudad se asemeja a la de las mega-ciudades que
conozco, como
lo es
Londres, Berlín, Seúl, Los Ángeles, California, o México, y esto invita a la reflexión de las que
ocurre
aquí aprisa.
No quisiera desperdiciar el tiempo de mis lectores en aburridas consideraciones
econométricas
de
empleo, crecimiento y matrícula universitaria, ya que el objeto es el resaltar el papel de la UACJ
en la
construcción económico-social de la ciudad. Yendo más allá de lo regional, utilizaré el enfoque de
las
capacidades del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, hablando de un desarrollo integral
comunitario,
multifacético del individuo, de su entorno, y de las oportunidades reales que tiene de ser parte de
su
propio desarrollo [8]. Aquí la sociedad se construye con base a la expansión de las
libertades y de la
participación, y el mercado es solo un instrumento que no toma prioridad sobre los derechos humanos,
donde
los individuos van decidiendo los aspectos del propio desarrollo, es decir, de sus capacidades.
Aquí,
para
Ciudad Juárez, los temas que han sido relevantes en el las últimas cinco décadas, han sido el
crecimiento
industrial desmedido, los derechos de las mujeres, la contaminación y la sustentabilidad, la
infraestructura, el narcotráfico y la violencia, incluyendo la de género, el desarrollo
institucional
educativo, el federalismo, economía regionales, y en general, aspectos de desarrollo social de
grupos
vulnerables, que han sido relevantes para la investigación y la enseñanza en la UACJ. En un
apartado
especial haré mención a estas investigaciones, pero antes quisiera hablar en números de la evolución
de
la
universidad respondiendo a la demanda de capital humano.
D. El Incremento Sostenido en la Matrícula de la UACJ
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ha tenido que enfrentar diversas situaciones de demanda de
capacitación a lo largo de sus cincuenta años. Como contexto, tanto el Instituto Tecnológico de
Ciudad
Juárez (ITCJ), como la trascendente Escuela Superior de Agricultura “Hermanos Escobar”, que cerró
sus
puertas en 1993 [2, pp. 87, 108], satisfacían la demanda local. La evolución demográfica de
Ciudad
Juárez
cambio su cara semiurbana, a una urbana e industrial, y son necesarios estudiantes con enfoque
humanista.
A un poco más de 20 años de fundada la universidad, en 1997, la universidad reportaba 8,642
estudiantes, con algunos más de posgrado [9, p. 16], y había una tasa de absorción baja
[9, p. 18] El
egreso de licenciatura en ese mismo periodo era de cerca de mil estudiantes por año [9, p.
19]. Ya la
universidad tenía su estructura actual de 4 institutos, ICSA, IIT, IADA, e ICB, y una extensión en
Nuevo
Casas Grandes. Para el año 2000, había un nuevo conjunto de programas de licenciatura y de maestrías
en
ciencias económico-sociales, ingenierías, ciencias básicas y jurídicas, alcanzando los 10,027
estudiantes de
pregrado [10, p. 33]. Eran tiempos de consolidación educativa.
A partir del año 2000, el incremento en la matricula fue sustantivo, y hubo una
preocupación, la
calidad. En el año 2001, la matrícula universitaria alcanzaba los 12,601 alumnos [11, p. 11],
y hubo un
crecimiento impresionante para el 2005 [12, p. 14]. El año 2006 hubo matricula a la alza, ya
siendo
importante el numero en posgrados [13, p. 13]. En los primero años del Rector Jorge Quintana,
el número
de
programas de licenciatura era de 87 programas, siendo 40 de posgrado [14]. Se mantuvo una
tasa de
absorción
de cerca del 50 por ciento, y la matricula alcanzó los 19,710 alumnos [14, pp. 24-25]. El número de
egresados creció [14, pp. 29-30], y hubo un enfoque en la calidad. Se aumentó la cobertura y
los
posgrados,
así como también el porcentaje de aceptados, siendo estos 21,192, 841, y 65% promedio
respectivamente
[15,
pp. 35, 39]. Hubo también una preocupación por proyectos financiados con fondos externos, y
aumento de
profesores certificados en el SNI [15, pp. 153-187]. Fue una década de calidad para servicio
de la
comunidad.
La administración en manos de los rectores que siguieron, Francisco Javier Sánchez Carlos y
Ricardo
Duarte Jáquez, siguió la tendencia hacia la calidad y el aumento de matrícula, y hoy, bajo la
administración
del Señor Rector Mtro. Juan Ignacio Camargo Nassar, la universidad ha crecido de manera sostenida,
tiene
36,524 estudiantes, con cerca de 1,300 estudiantes de posgrado. Ya hay 123 programas educativos, y
con
una
planta educativa de más de 2,000 maestros, de los cuales 314 cuentan con la certificación del SNI
[16,
pp.
4, 11]. La tasa de absorción ha crecido considerablemente [17, p. 84], y se sigue
cuidando el enfoque de
la
tutoría institucional a alumnos, el apoyo a los programas de investigación, y la liga comunitaria.
E. Ejes de Investigación de Desarrollo para la UACJ y su Importancia en la Construcción Social
Retomando la importancia de los temas que la universidad ha considerado importante para la construcción social, ha habido interés en diferentes temáticas, y sin afán de menospreciar el trabajo de nadie, mencionaré brevemente algunos trabajos que son muestra del amplio trabajo de algunos de mis colegas al publicar sus resultados a lo largo de los años como evidencia del impacto social que ha tenido la universidad. La experiencia de los documentos con enfoque en la ciencias económico-sociales se traduce en pláticas con hacedores de la política pública, y en la derrama hacia los estudiantes que recibieron cátedra.
F. El Futuro de la Construcción del Conocimiento de la UACJ para el Desarrollo Integral de sus Ciudadanos
En la sección anterior vimos que hay esfuerzos importantes en materia investigativa y docente en
materia económica multidimensional, aunque en mi muy particular opinión, se pudiera trabajar para
hacer de estos esfuerzos, que se antojan dispersos, de una manera más organizada, con el fin de
influir más nuestra experiencia en nuestra localidad y también en otras regiones fronterizas del
mundo. Sin hacer menos a las iniciativas que ya han tenido impacto en la ciudad, es necesario seguir
generando conocimiento pertinente y aplicable para el diseño de la política pública en nuestra
ciudad y en nuestro estado.
Queda también para el futuro, muy a tono con la agenda federal, el establecimiento de líneas de
investigación que impacten de manera directa el bienestar de todos, particularmente de los que menos
tienen. El estudio del desarrollo de la Universidad de Oxford, Paul Collier, establece cuatro ejes
de apoyo a los que menos tienen para evitar que el desarrollo tenga obstáculos [59]. Los
conflictos,
las peleas estériles por los recursos naturales, las malas relaciones con los vecinos territoriales,
y la corrupción en el gobierno deben de reducirse al mínimo para tener un verdadero desarrollo
económico integral que impacte de manera efectiva en la vida de las personas. En el mismo tenor, el
gobierno federal a través del CONAHCyT, y de acuerdo a los nuevos Objetivos del Milenio
Sustentables, establece Programas Nacionales Estratégicos (PRONACES), para guiar el diseño de
políticas públicas que impacten en la vida de todos los ciudadanos, y por supuesto de los juarenses
también. A saber, los programas que versen alrededor de la reducción de contaminantes, el estudio de
los recursos hidráulicos, el capital humano formado a través de las dimensiones de la salud y la
educación, la seguridad humana, y la vivienda, son temas que deben seguir tomando preponderancia en
el futuro de la UACJ, pasando de ser un objeto receptivo de los planes públicos a ser líderes de la
construcción de su entorno social. Yo veo a una universidad más protagónica de su desarrollo
económico, y, por ende, más comprometida con sus individuos, sus familias, y con un fortalecimiento
institucional que traiga el desenvolvimiento de ciudadanos más responsables, felices, y
participantes de un desarrollo integral de su comunidad, de su estado, y de su país.
III. Agradecimiento
Dr. David Vázquez Guzmán. david.vazquez@uacj.mx Agradezco la invitación de Jorge Breceda, los comentarios del Dr. Roberto Sáenz e Irma Ramírez, y el apoyo de la biblioteca del programa de Economía coordinada por el Dr. Ramsés Jiménez.
IV. Bibliografía