Impresión 3D: una solución rápida para moldes de plásticos
Lic. Erika Atayde
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Dr. Cesar Omar Balderrama Armendariz
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Resumen
La manufactura aditiva (MA), también conocida como impresión 3D, ha surgido como una revolución en la industria, transformando la manera en que se diseñan y fabrican objetos. A diferencia de los métodos tradicionales sustractivos (donde se remueve material de un bloque sólido), la MA construye objetos tridimensionales capa por capa a partir de modelos digitales. Este artículo presenta los fundamentos de esta tecnología, sus principales técnicas, ventajas y desventajas, así como sus aplicaciones en diversas industrias. También se analiza su impacto en el diseño y desarrollo de productos, su potencial para una producción personalizada y sostenible, y se exponen los retos y perspectivas futuras de esta tecnología emergente.
Introducción
La industria dedicada a la manufactura de componentes plásticos enfrenta importantes desafíos para
desarrollar moldes de inyección, como altos costos, largos tiempos de producción y la necesidad de
contar con equipo y personal especializado. En este contexto, la manufactura aditiva (también
conocida como impresión 3D) ofrece ventajas prometedoras.
Actualmente, es esencial optimizar los recursos en todos los ámbitos de la manufactura, con
el objetivo de simplificar, abaratar y agilizar las actividades cotidianas. El moldeo es un claro
ejemplo de ello. La manufactura aditiva es un conjunto de tecnologías que se ha usado en años
recientes para diseñar y fabricar productos personalizados con gran complejidad.
El moldeo por inyección de plásticos es una rama relevante dentro de la manufactura, aunque
costosa y lenta, ya que el tiempo que se tarda en fabricar los moldes influye directamente en la
salida de producción. La MA ha demostrado facilitar este proceso, permitiendo una amplia variedad de
diseños, lo cual incrementa la posibilidad de fabricar productos en diversas áreas de investigación
[1].
En muchas industrias, los moldes de acero o aluminio son comunes, pero pueden costar miles
de dólares y tardar hasta tres meses en producirse [2]. A esto se suman los tiempos de entrega, que
pueden variar de 90 a 150 días debido al transporte y trámites de importación/exportación [3].
La impresión 3D aparece como una alternativa viable que cambia los enfoques tradicionales de
manufactura, gracias al uso de nuevas tecnologías como el prototipado rápido y herramientas
digitales que facilitan y expanden las posibilidades de producción [3].
Una forma sencilla de entender la manufactura aditiva es pensar que, en lugar de eliminar
material de un bloque sólido (como ocurre en procesos sustractivos), esta tecnología agrega material
por capas, como si se construyera un edificio. Esto permite una gran libertad de diseño y una
precisión que muchas veces no es posible con los métodos tradicionales [4].
Buscar moldes rentables y de buena calidad es fundamental para reducir costos, sobre todo en
la creación de prototipos o lotes pequeños. En este sentido, la impresión 3D representa una solución
viable, aunque aún se enfrentan desafíos como la durabilidad de los moldes y los acabados
superficiales [5].
Manufactura aditiva e impresión 3D
La impresión 3D, también llamada manufactura aditiva, es una tecnología que permite crear objetos
tridimensionales depositando capas sucesivas de material fundido. Su popularidad ha aumentado en
industrias que requieren diseños flexibles y tiempos de entrega cortos.
A diferencia de los métodos tradicionales como el fresado o mecanizado (que eliminan
material), la impresión 3D construye piezas directamente a partir de un modelo digital. Entre sus
principales ventajas están la simplificación de los procesos de fabricación y la posibilidad de
crear incluso productos finales usando materiales como polímeros, cerámicas, metales o compuestos,
aprovechando sus propiedades mecánicas, térmicas o químicas [6].
Materiales y propiedades
Hoy en día existe una amplia variedad de materiales de alto rendimiento adecuados para la fabricación de moldes por impresión 3D. Algunos ejemplos con potencial para insertos de moldes en inyección de plásticos incluyen:
Las experiencias recientes
La impresión mediante tecnologías 3D sigue revolucionando la manufactura en distintas industrias, y
la aplicación en moldes no es la excepción. En los últimos años se han realizado diferentes
aplicaciones de moldes fabricados con manufactura aditiva en distintas ramas de la industria,
experimentando con materiales y procesos adecuándolos a sus necesidades.
Como primer ejemplo, un grupo de investigadores de la Universidad de Bolonia trabajaron con
el diseño de un molde impreso en tecnología 3D, con el objetivo de proteger el tapón de combustible
de una motocicleta de carreras. ¿Cuál fue el truco? Ellos utilizaron fibra de carbono y ajustaron
los parámetros de impresión para que tuviera una mayor resistencia y un mejor acabado superficial
[5].
Otro ejemplo es la investigación realizada por un equipo de la Academia de Ciencias de
Hungría, donde se enfocaron en el análisis del impacto de cargas térmicas y mecánicas de insertos de
moldes que fueron fabricados con impresión 3D. Su estudio concluyó con una correlación entre la
tensión de los insertos y la presión de la cavidad, lo que les permitió predecir posibles fallas
mecánicas antes de que estas pasaran [11].
En una investigación aparte, un grupo participante en la conferencia ESAFORM 2021 evaluó la
Polieterimida (PEI) en insertos usados en moldes para la inyección de plásticos. Se dieron cuenta de
que, aunque el material es térmicamente estable, se presentaban problemas con la expulsión de las
piezas y la permeación de agua. Ellos recomendaron pulir las piezas y utilizar recubrimientos para
mejorar las características superficiales [8].
Loaiza y su equipo, de la Universidad EAFIT en Colombia, se enfocaron en la manufactura de
moldes para cuchillos desechables, haciendo uso de tecnologías 3D como lo son la estereolitografía
(SLA, por sus siglas en inglés), la impresión en pantalla de cristal líquido (LCD, por sus siglas en
inglés) y la estereolitografía enmascarada (MSLA, por sus siglas en inglés). Como consejo final,
propusieron verificar las dimensiones de los diseños y evaluar diferentes tipos de resinas para así
poder optimizar los costos de las investigaciones [12].
Otra investigación, dirigida por un grupo de la Universidad Politécnica de Valencia, exploró
la impresión 3D en la fabricación a gran escala utilizando fibra de carbono. Lograron mejorar sus
procesos con ayuda de simulaciones y también realizaron las impresiones en ángulos de 45 grados, con
lo que redujeron el consumo de material, y los productos finales resultaron ser de buena calidad
[13].
Conclusiones
Las investigaciones muestran que la manufactura aditiva en moldes para inyección de plásticos es una
alternativa viable que puede mejorar la calidad, reducir costos y ofrecer procesos más sostenibles.
La MA resulta ideal para fabricar moldes en prototipos o producciones cortas.
Los estudios sugieren considerar materiales como PolyCast o PolySmooth para mejorar la
estabilidad
térmica y mecánica, así como aplicar procesos posteriores (como pulido o recubrimientos) para lograr
mejores acabados.
Un aspecto clave es analizar bien las propiedades de los materiales, ajustando los
parámetros de
impresión para aprovechar al máximo sus cualidades. También se recomienda investigar los
postprocesos para reforzar o mejorar partes específicas del molde.
Referencias