Paloma Navarrete de 22 años, estudiante de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), compartió su experiencia como estudiante de intercambio en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) en Mendoza, Argentina. Comenzó su proceso de selección y preparación para este intercambio semestral un año antes de su partida, puesto que realizó trámites burocráticos y decisiones importantes, como la elección de la universidad anfitriona. Este proceso, aunque largo y complejo, le brindó la oportunidad de reflexionar sobre sus objetivos académicos y personales.

El aterrizaje de Paloma en Mendoza fue una experiencia con giros inesperados, ya que perdió su vuelo original. A pesar de dicho contratiempo, Paloma destacó la cálida bienvenida que recibió de la UNCUYO, previo a su llegada se le asignó un tutor que la recibió con una visita guiada a través del campus, facilitando su presentación a la comunidad local y brindándole ayuda para realizar los trámites necesarios. Esta amigable bienvenida marcó el comienzo de su aventura.

La motivación detrás de la elección de UNCUYO como destino de intercambio se centró en la oportunidad de tomar la materia de antropología que no se oferta en la UACJ. Lo que despertó el interés de Paloma fue la posibilidad de adquirir conocimientos académicos adicionales a los de su plan de estudios, y, por ende, agregar valor curricular a su carrera en Licenciatura en Historia.

En cuanto a su experiencia académica en UNCUYO, compartió su conmoción por la estructura de clases y la dinámica de enseñanza ya que es en forma de catedra. El enfoque pedagógico le resultó sorprendente, puesto que en Argentina tiene cuatro profesores por asignatura, a diferencia de la UACJ, donde solo un docente imparte la materia, debido a esto nos comentó:

“Al menos en antropología es un profesor titular, un profesor adjunto y dos de trabajos prácticos. La mitad del curso la da el profesor titular y la otra mitad la da el profesor adjunto. En los trabajos prácticos por lo regular es uno, pero hay dos por cuestión de que al menos en esa materia somos 120 alumnos”.

A pesar de esta diferencia, elogió a los profesores por su compromiso y conocimiento en sus respectivos campos. También mencionó su participación en un proyecto de historia local relacionado con la dictadura cívico-militar en Argentina, donde tendrá la oportunidad de rescatar testimonios de personas que estuvieron en un centro clandestino de detención en Mendoza.

En términos de relaciones personales, mencionó su interacción con estudiantes locales e internacionales. En su clase de antropología, uno de sus profesores fomentó la participación activa y, gracias a su entusiasmo, Paloma se sintió más involucrada, por ende, durante su estancia ha entablado amistad con diversos alumnos que se han convertido en un apoyo para ella, como dato interesante mencionó que comparte vivienda con alumnas de diversas licenciaturas que también pertenecen a la comunidad UACJ.

Se le pregunto a Paloma que lugares o atracciones turísticas le habían impresionado durante su corta estancia en Mendoza, Argentina, a lo que ella respondió:

“Aconcagua, que es el segundo cerro más alto del mundo después del Everest, una visita muy padre. Fue impresionante es estar en medio de las montañas y aparte nos tocó nevado, estaban cerrados los pasos por la misma nieve, pero pudimos caminar hasta donde alcanzamos porque después la nieve nos iba a tapar”.

Para continuar Paloma compartió sus observaciones sobre las diferencias culturales que ha notado durante su estadía en Argentina, un aspecto notable es la ausencia de picante en la comida, lo que representó un cambio total en su experiencia gastronómica, además, señaló la pausa de la siesta, una tradición argentina que se extiende desde las 2:00 pm hasta las 5:00 pm, durante dicho tiempo las actividades se detienen y la mayoría de los locales cierran sus puertas, por otro lado, señaló que Argentina tiene vida nocturna, donde las salidas suelen comenzar a las 10:00 pm y extenderse hasta las 7:00 am, lo que ha resultado un desafío sumamente interesante para ella, puesto que aún no se adapta a ese ritmo de vida.

Una de sus anécdotas memorables fue la primera vez que probó la bebida tradicional de Argentina, el mate, puesto que se encontraba en un aula escolar y uno de sus profesores junto a sus compañeros se sorprendieron cuando les comentó que no había tenido la oportunidad de degustar dicha bebida, por lo que la incitaron a hacerlo en clase, esta experiencia la conectó aún más con sus compañeros y profesores, marcando un momento ameno en su integración cultural y académica en Argentina.

La entrevista continuó con Paloma compartiendo anécdotas adicionales, como perderse en el autobús y situaciones que la orillaron a aprender a disfrutar su soledad. A pesar de momentos de nostalgia y desafíos, Paloma expresó su satisfacción con la decisión de realizar el intercambio, destacando el crecimiento personal que ha experimentado durante esta aventura. Su historia es un testimonio de cómo la educación internacional puede enriquecer la vida de un estudiante y ampliar su horizonte académico y cultural. Actualmente sigue en su estancia en Mendoza, Argentina, por lo que le deseamos éxito a ella y sus compañeras de la UACJ, porque “somos UACJ”.